sábado, 13 de febrero de 2010

Desde Verona a Egipto

Desde aquel balcón de Verona hasta el antiguo Egipto donde escribas bailaban sobre papiros, yo la miro y bailo sobre el agua como cada gota caída del cielo, cada vez que lo miro te anhelo, dibujo con mis dedos un te quiero en la arena, el aire que respiro sabe a pena, caminando hacia la nada esa es mi condena, las estrellas tiemblan en cada noche sabiendo que nuestros corazones no volverán a estar juntos. La luz que desprendía cada rayo del sol se convirtieron en espinas clavadas en mi corazón, sigo en mi habitación intentando escribir, mirando este espejo roto intentando sonreír, que mas puedo decir tengo este marco sin tu foto soy como un muñeco roto, olvidado en el fondo de tu armario, soy esa hoja rota de tu diario.
No puedo seguir esperando tu llamada, no puedo seguir como si no pasase nada, mi alma esta encadenada llorando cada noche bajo la almohada. Las noches ya no son lo mismo el borde de mi cama parece un gran abismo, miro al suelo y me veo a mi mismo reflejado en un mar de lagrimas llamado pesimismo. No soy consciente de lo que hago, no se si mi corazón me miente o sigo enamorado, lo único que se es tu ya no estas a mi lado.
Tu fuiste quien me quito la pala con la que cavaba mi propio agujero, quien me enseño a sacar lo mejor de un corazón sincero pero ahora que ya no estas de nada sirve un te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario